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PRIMERAS EXPERIENCIAS: USO DEL EMOCIÓMETRO CON NIÑOS DE SEXTO PRIMARIA
22 | 06 | 2016
El colegio CEIP San Juan Bautista de Madrid, es uno de los primeros en participar en el programa de Educación Responsable de la Fundación Botín y uno de los colegios invitados a participar en las primeras experiencias piloto del EMOCIÓMETRO en el aula con alumnos de Primaria como herramienta de evaluación y seguimiento, complementaria a las actividades de Educación Emocional que ya venían realizando, a modo de sondeo.
María una de las profesoras de sexto de Primaria describe así la experiencia:
"A mis alumnos les encanta y están en sexto. Yo lo utilizo experimentalmente de dos maneras. Nada más llegar a clase eligen en la aplicación que tengo en el ordenador del profesor la emoción con la que se identifican más y el programa te hace gráficas para que puedas detectar situaciones que se te puedan escapar"
"También lo he utilizado después de trabajar algún vídeo del banco de herramientas emocional y diagnosticar si el sentimiento que les ha causado ese vídeo es el esperado o no. Por ejemplo si les pongo un vídeo donde se ve sufrimiento y eligen alegría, me haría pensar en varias cosas, o que no ha atendido, o que no está comprendiendo bien lo que le pregunto o que existe algo en lo que me tengo que ir fijando. Como el programa te permite añadir comentarios a cada alumno, es muy fácil poder luego hacer valoraciones"
¡Nosotros no lo hubiéramos podido explicar mejor!. Gracias María porque tus sugerencias durante el programa nos han permitido hacer del EMOCIÓMETRO una herramienta aún más útil. Por atreverte a innovar y superar barreras tecnológicas para darle la mejor educación a tus alumnos!
Commentaires
Technology for Emotions
Hace 7 années
Enhorabuena María por tu iniciativa y las ganas de innovar en tu aula. Vamos a ver si conseguimos sacar adelante el emociómetro entre todos!
Cristina Castillo
Hace 7 années
La tecnología al servicio de la educación. Buena herramienta para conseguir una educación más personalizada. Ójala salga adelante este proyecto y podamos todos disfrutar de sus beneficios en clase y en casa. ¡¡Ánimo!!
Technology for Emotions
Hace 7 années
Gracias por tus palabras Cristina. Y sobre todo gracias por apostar por el EMOCIÓMETRO en familia para trabajar las emociones con tus hijos de una forma divertida. Lo conseguiremos con el apoyo de todos! No nos mires únete!
Cristina
Hace 7 années
La propuesta hecha por la compañera María es muy interesante, emplear a su vez el Emociómetro como un recurso que nos permita conocer el grado de comprensión, vivenciación o experimentación de una emoción o sentimiento a través de una actividad concreta.
Soy maestra de E.F. y estos días pensé bastante sobre las posibilidades que el Emociómetro me podía ofrecer. Me gusta hacer partícipe al alumnado de la materia, hacerles sentir parte importante de la misma y compartir con ellos y ellas el valor que para mí tienen sus aportaciones. Así es que estos días "reseteamos nuestros conocimientos" y les invité a valorar el proceso de enseñanza y mi propia actuación docente. Cuando les propongo esto por vez primera (y es así cada curso escolar ya que soy interina y cada año varío de centro) se muestran extrañados. Suelen preguntarme si les afectará de algún modo a la nota. Así que les explico la finalidad y les invito a cumplimentar la evaluación de forma anónima si así lo desean, para que de este modo valoren mi actuación desde la sinceridad. Les digo que esto es lo más importante porque, al igual que ellos y ellas, también necesito mejorar y no conozco a nadie mejor que quien me acompaña cada día en las clases para aportarme sus valoraciones y ayudarme a reconducir mi actuación en aquello que es necesario, son los pedales de mi bicicleta, el músculo de mi caminar.
Valoran mi labor docente (mi relación y proximidad con el grupo-clase, si cumplo o no las normas de convivencia que entre todos y todas hemos determinado al comienzo del curso, mi nivel de atención a sus necesidades, etc) y los contenidos tratados, les pido que planteen propuestas de mejora, aspectos que modificarían, qué es aquello que más les ha gustado y lo que, por contra, no les ha despertado ningún interés.
Analizar sus evaluaciones es muy enriquecedor. En concreto hay una petición que ha dirigido mi atención directamente hacia el Emociómetro. Me solicitan escucharles más, prestar atención a aquello que es importante para ellos y para ellas. Me gusta escucharles porque sus prioridades son las mías, pero reconozco que a veces voy tan rápido que no paro, no les doy el tiempo de escucha que necesitan, y lo necesitan, así lo han manifestado. Cuando analizaba este hecho pensaba en el Emociómetro y la ayuda que me aportaría para ser capaz de llegar un poco más allá y alcanzar lo que ahora se me escapa ¿en qué momento uno o una de mis alumnas me necesitó? ¿qué pude querer?. Como me dijo un alumno de infantil "maestra, somos humanos" y sí, somos humanos y humanas y es por eso que escucharles y ofrecerles los mejores recursos es una posibilidad a nuestro alcance, no quiere decir ello que demos respuesta a todo pero seguramente podamos avanzar un poco más y llegar donde nuestro día a día no nos permite llegar porque a veces el ritmo es frenético.
Pues como dijo mi alumno "SOMOS HUMAN@S", sirvámonos de esta virtud para crecer y en este caso cooperar en este proyecto que nos dará más luz en las aulas. ¡ Ánimo!
Soy maestra de E.F. y estos días pensé bastante sobre las posibilidades que el Emociómetro me podía ofrecer. Me gusta hacer partícipe al alumnado de la materia, hacerles sentir parte importante de la misma y compartir con ellos y ellas el valor que para mí tienen sus aportaciones. Así es que estos días "reseteamos nuestros conocimientos" y les invité a valorar el proceso de enseñanza y mi propia actuación docente. Cuando les propongo esto por vez primera (y es así cada curso escolar ya que soy interina y cada año varío de centro) se muestran extrañados. Suelen preguntarme si les afectará de algún modo a la nota. Así que les explico la finalidad y les invito a cumplimentar la evaluación de forma anónima si así lo desean, para que de este modo valoren mi actuación desde la sinceridad. Les digo que esto es lo más importante porque, al igual que ellos y ellas, también necesito mejorar y no conozco a nadie mejor que quien me acompaña cada día en las clases para aportarme sus valoraciones y ayudarme a reconducir mi actuación en aquello que es necesario, son los pedales de mi bicicleta, el músculo de mi caminar.
Valoran mi labor docente (mi relación y proximidad con el grupo-clase, si cumplo o no las normas de convivencia que entre todos y todas hemos determinado al comienzo del curso, mi nivel de atención a sus necesidades, etc) y los contenidos tratados, les pido que planteen propuestas de mejora, aspectos que modificarían, qué es aquello que más les ha gustado y lo que, por contra, no les ha despertado ningún interés.
Analizar sus evaluaciones es muy enriquecedor. En concreto hay una petición que ha dirigido mi atención directamente hacia el Emociómetro. Me solicitan escucharles más, prestar atención a aquello que es importante para ellos y para ellas. Me gusta escucharles porque sus prioridades son las mías, pero reconozco que a veces voy tan rápido que no paro, no les doy el tiempo de escucha que necesitan, y lo necesitan, así lo han manifestado. Cuando analizaba este hecho pensaba en el Emociómetro y la ayuda que me aportaría para ser capaz de llegar un poco más allá y alcanzar lo que ahora se me escapa ¿en qué momento uno o una de mis alumnas me necesitó? ¿qué pude querer?. Como me dijo un alumno de infantil "maestra, somos humanos" y sí, somos humanos y humanas y es por eso que escucharles y ofrecerles los mejores recursos es una posibilidad a nuestro alcance, no quiere decir ello que demos respuesta a todo pero seguramente podamos avanzar un poco más y llegar donde nuestro día a día no nos permite llegar porque a veces el ritmo es frenético.
Pues como dijo mi alumno "SOMOS HUMAN@S", sirvámonos de esta virtud para crecer y en este caso cooperar en este proyecto que nos dará más luz en las aulas. ¡ Ánimo!
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