(https://proyectocouso.org/2018/08/03/gracias-rangers/)
Nos levantamos estos días con la noticia de que al final no habíamos ganado el premio del Germinador Social. Eso dificulta aún más la construcción del nuevo tejado, pero no cesaremos en el empeño de seguir trabajando juntos para que la realidad de una casa cada vez más habitable para todos llegue algún día a buen puerto. Ahora toca imaginar soluciones contables para poder terminar el tejado. Gracias a la ayuda de los vecinos y proveedores, que nos están dando facilidades de pago, estamos acometiendo poco a poco la obra. Ya está toda la estructura de madera en el tejado y ahora solo resta conseguir el aislante y la teja de pizarra. Poco a poco seguiremos adelante. A veces la economía del don y nuestro “deja lo que puedas” tiene sus dificultades, pero nada nos detiene en la aplicación de este nuevo paradigma y de estos imprescindibles nuevos valores.
Mientras tanto, el verano sigue su intenso ritmo. O Couso se llena de belleza, de esa naturaleza exuberante que se pliega con un verdor intenso donde las flores resucitan en pleno verano y los animales disfrutan de la extrema hermosura de los paisajes. Atardeceres llenos de misterio y música, amaneceres entre nieblas que intentan ocultar todo aquello que pronto resurgirá como algo nuevo. O Couso vive su eterna primavera: todo verde y con temperaturas agradables.
Este último mes ha sido muy intenso. La semana pasada éramos algo más de cuarenta personas compartiendo experiencia y amistad. La amistad es un relato de amor que se teje entre nosotros cada día, a cada instante. Personas que no se conocen de nada y de repente encuentran lazos indestructibles que duran para siempre. Es cuestión de unas horas, o unos días, y todo se gesta como si siempre hubiera existido.
Tuvimos la visita de un grupo admirable, de veinte scouts venidos de Barcelona que recogieron el testigo de la primera experiencia que tuvimos el año pasado. Los scouts tienen algo que los hace especiales, quizás por su afán de servicio, de compromiso y responsabilidad con su filosofía de vida. Jóvenes dispuestos a darlo todo, a permitir mejorar la vida de los demás sin esperar nada a cambio, a aprender enseñando con su ejemplo. Con ganas de aventura, de experiencias, de amistad, de acción y amor por todo lo que les rodea. Vinieron y dejaron su nota clave, su apoyo y cooperación, su esfuerzo. O Couso revivió de nuevo con su juventud y especial cuidado. Nos sentimos orgullosos y parte ya de la familia scouts, unidos por ese hilo invisible que se teje entre los que aspiran a ser guías y exploradores del nuevo mundo.
Nos sentimos muy agradecidos por su aportación, pero sobre todo, por su alegría contagiosa, por sus canciones, por todo aquello que inspiran con su juventud y ganas de vivir. Nos gustaría nombrar a cada uno de ellos, agradecerles ahora desde la distancia todo lo que inspiraron sin ellos saberlo. Nos queda en todo caso su recuerdo, su memoria, y las ganas de que algún día vuelvan con más almas libres.
Tolerancia fue la nota clave de la semana pasada. Todos iguales entre tanta diversidad. Todos hermanos en una fraternidad humana que se expande con nuevos valores y promesas. Esperamos que O Couso también les haya servido de inspiración, especialmente en ese clamor unido de que otro mundo es posible.
Gracias, gracias, gracias…