La arqueología rescata la memoria de los pueblos que no están mencionados en los textos, aquellos que no salen en la historia. Para ello interpreta la cultura material en su relación con el medio. El rescate de la información se hace con metodología CIENTÍFICA. Por ello la forma en que se realiza el estudio es fundamental para comprender el contexto, donde se interrelacionan los datos, es de ahí de donde obtenemos la información.
Esta es la ESTRATIGRAFÍA del Pascualín. En arqueología, a la hora de realizar una excavación debemos ir muy poco a poco mientras vamos describiendo todos los matices que podemos observar en la tierra, el color, el tamaño del grano, la textura, la cantidad de piedras y su tamaño, las bioturbaciones…, Esto genera una información imprescindible, que se irá recopilando en un diario que será el núcleo del que partirá la hipótiesis. La validez de estas ideas recogidas se contrastarán con unos análisis de geomorfología que se llevará a cabo en un laboratorio.
Cada uno de los estratos representa una época. Los estratos se suceden unos a otros, debemos descifrar cuales han sido los procesos geológicos y culturales, así podremos asociar los materiales arqueológicos a los ecológicos, y comprender cuáles han sido las sincronías temporales. Tenemos en cuenta por tanto la coordenada temporal (vertical) y la coordenada espacial (horizontal).
Estos son los estratos que queremos datar con las pruebas de CARBONO 14 que estamos financiando a través de la campaña de MICROMECENAZGO. Como veis se trata de una excavación de un m² en la que hemos profundizado en torno a 1,30 m. Ya barajamos hipótesis, en base a la tipología de los materiales, estas hipótesis las mostraremos en los próximos días.